miércoles, 14 de diciembre de 2016

obligaciones

obligaciones de los niños en casa y en la escuela (3-12 años)

Al enfrentarnos a este tipo de situaciones como padres muchas veces se nos viene a la cabeza la duda de si lo que estamos pidiendo a nuestro hijo/a es acorde a su edad. Es normal que nos hagamos estas preguntas pues algo que tenemos que tener presente es que sólo podemos exigir al niño lo que es capaz de hacer y sólo será capaz de hacerlo si tenemos en cuenta las diferentes etapas de su desarrollo.

¿Qué puede hacer en casa?

A continuación os presentamos las tareas que podría realizar en casa divididas por su franja de edad:
  • Entre dos y tres años. Aunque dada su edad sólo es capaz de trabajar bajo la supervisor de un adulto y no distingue por qué algo está mal o bien. Las actividades que pueden hacer son: poner y recoger las servilletas de la mesa, regar las flores, colocar sus zapatillas en su lugar, etc. Es decir, actividades simples y claras para las que no necesite mucho esfuerzo.
  • Entre tres y cuatro años. Los niños en esta etapa del desarrollo suelen actuar a través de los premios y los castigos. A esta edad, son capaces de tener ordenadas sus cosas por lo que les podremos pedir que mantenga su cuarto ordenado en cierta medida. También puede seguir ayudando a poner la mesa, pero esta vez no sólo las servilletas.
  • Entre cuatro y cinco años. En esta edad, es importante que confiemos en ellos y les dejemos que realicen algunas actividades en el hogar solos, actividades que ya desde pequeños les hemos ido introduciendo poco a poco como por ejemplo, poner la mesa, ordenar un poco más su cuarto
  • Entre cinco y seis años. Cuando el niño/a ya tiene esta edad, podemos dejar que participe en tareas domésticas que requieren más responsabilidad como:  buscar lo que necesita para realizar algún ejercicio, limpiar el polvo, preparar la ropa para el colegio etc A partir de esta edad, puede asimilar algunas normas y respetarlas, también despierta el sentido de la intencionalidad. Tenemos que señalar que sigue necesitando que el adulto le diga lo que es o no correcto en su comportamiento.
  • Entre seis y siete años. Es capaz de cumplir las órdenes que se le da sin ningún problema. Además puede administrar el dinero que se le da. Se puede desplazar por los barrios que le sean conocidos y se encuentren cerca de casa como el colegio, la casa de algún amigo
  • A los ocho años. A esta edad, ya empieza a tener más independencia, es decir comienza a ser más autónomo. También dependiendo de sus intenciones, puede controlar sus impulsos  Esto hará que le podamos mandar acciones tales como: acudir solo al colegio, bañarse o incluso preparar el desayuno
  • Entre los nueve y once años. Es bastante autónomo y es capaz de organizar sus materiales, su ropa e incluso sus ahorros. A esta edad puede encargarse de las tareas domésticas que le propongamos. Le gusta que se le recompense por sus acciones.
  • Entre los once y doce años. Tiene capacidad para saber cuando hace algo mal e incluso saber las consecuencias que tendrán estas acciones. También tiene el sentido de la responsabilidad adquirida por lo que tratará de cumplir sus obligaciones correctamente.
A continuación os presento un cuadro resumen de las actividades que pueden hacer por cada etapa:
De 2  a 3 años

–          Ayudar a poner la mesa (sólo cosas que no impliquen mucho esfuerzo).
Entre 4 y 5 años
–          Ayudar a poner la mesa.
–          Hacer su cama.
–          Ayudar en la cocina en la preparación de platos sencillos.
Entre 5 y 6 años
–          Doblar la ropa.
–          Hacer recados.
–          Hacer la cama.
–          Ordenar su cuarto.
–          Preparar la mochila.
Entre los 6,7 y 8 años
–          Lavar los platos sucios.
–          Barrer el salón.
–          Alimentar a su mascota.
Entre los 9 y 10 años
–          Limpiar el cuarto de baño.
–          Limpiar el polvo.
Existen muchas más responsabilidades y obligaciones que el menor puede hacer para ayudar en casa. He numerado algunas a modo de ejemplo para que podáis haceros una idea de los ejercicios que pueden hacer dependiendo de la edad, aun así estas actividades se pueden realizar en todas las edades si nos adaptamos a lo que pueden y no hacer en ese determinado momento.
También tenemos que señalar que conforme van creciendo van asimilando las acciones que han aprendido, es decir son sumativas.
Es importante mientras son pequeños/as que hagamos estas actividades con ellos y les acompañemos en su proceso de aprendizaje para hacer más divertido. Una idea sería que realizaran estas actividades en casa en forma de juego y que cuando les digamos que tienen que hacerlas lo hagamos de forma calmada y tranquila.
¿Qué puede hacer en la escuela?
A continuación, vamos a exponer por etapas las responsabilidades y obligaciones del niño en el contexto escolar:
·         A los 3 años. Son capaces de obedecer las órdenes de su profesor/a. En algunas ocasiones se responsabiliza de los objetos o el material que lleva al colegio desde casa. Por último, tiene la capacidad de esperar su turno en clase cuando la profesora está ocupada con otro compañero.

·         A los 4 años. Puede realizar recados dentro del colegio, e incluso desde adentro hacia afuera o al revés. Es decir, podremos comunicarnos con la profesora a través de él o incluso de anotaciones que se coloquen en su mochila o en cualquiera de sus materiales.

·         Entre 5 y 6 años. A los niños de esta edad en el colegio, les gusta realizar tareas escolares para mostrarlos en casa, aunque necesita instrucciones para hacer las cosas bien. Es importante que le demos reforzamiento positivo de estas actividades con el fin de desarrollar su sentimiento de competencia.

·         A los 7 años. Es capaz de organizar su material escolar así como su mochila. Por ello, es necesario que tenga un horario para hacerlo con el fin de crear hábitos y rutinas. Sigue necesitando instrucciones sobre las tareas que le proponen los adultos.

·         A los 8 años. Puede distribuirse el tiempo si un adulto le supervisa y es responsable de  las tareas escolares. Es importante que le dejemos distribuirse su tiempo aunque le asesoremos y le controlemos.

·         A los 9 años. En el colegio suele disfrutar de su clase y de sus compañeros, por lo que se siente bien con lo que hace. Además, es capaz de preparar sus materiales y procura llegar al colegio de forma puntual. También acepta la disciplina sin dificultad y se ajusta  a las normas de clase.

·         A los 10 años. El profesorado puede mandarle tareas sociales que le sean útiles. A esta edad suele querer realizar los deberes rápido para poder jugar, por ello todavía no es muy responsable en sus estudios y necesita vigilancia. Por último, decir que piensa por su cuenta y no queda satisfecho/a con cualquier pregunta por lo que suele trabajar mejor en grupo.

·         A los 11 años. De forma general, suelen ser responsables de sus tareas y deberes. Es además crítico con el profesorado y está motivado por los estudios  Por último, manifiesta curiosidad por el conocimiento del medio físico y social.

·         A los 12 años. Suele mostrar mucha preocupación por notas y exámenes. También rechaza las tareas que le producen fatiga, le sigue gustando aprender y trabaja mejor en grupo 


A continuación a modo resumen os presento las responsabilidades y obligaciones que tienen los niños en la escuela basándonos en su franja de edad:
A los 3 años
–          Obedecer a la profesora.
–          Esperar su turno.
A los 4 años
–          Realizar recados.
Entre los 5 y 6 años
–          Hacer sus actividades.
A los 7 años
–          Preparar su material escolar.
A los 8 años
–          Crearse su horario de estudio y actividades.
A los 9 años
–          Preparar su mochila.
–          Respetar adecuadamente las normas.
Entre los 10 y 12 años
–          Seguirá desarrollando el sentido de responsabilidad y obligación escolar en base a lo anterior.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

3.4.4 Disciplina, Obligaciones y tareas

DISCIPLINAS

De acuerdo a Giuseppe Nérici (1969) citado por Stenhouse, L. (1974), la dirección del aula consiste en conducir el conjunto de actividades referentes a su disciplina, a lo largo de la clase, para que haya un mejor aprovechamiento del tiempo y un trabajo integrado, hacia la obtención de un mayor y mejor aprendizaje posible.
 La disciplina se puede definir entonces como el establecimiento de normas y límites para realizar un trabajo eficiente en el aula, que debe ser abordado desde el enfoque multicausal. Es decir, se parte de la visión de que la disciplina no es responsabilidad de un solo actor, aspecto o variable, por lo tanto, se debe analizar la diversidad de aspectos o factores que le afectan.
Así lo afirma Abarca (1996), quien expresa que la disciplina se origina en tres fuentes: el centro educativo, el ambiente familiar y social y el estudiante

Skinner señala que el aprendizaje explica la conducta, y el aprendizaje, por su parte, está controlado por los reforzadores. Sólo la conducta observable y medible puede sentar las bases para predecir, explicar y controlar la conducta.
Por lo tanto, Skinner se concentra en hallar los vínculos observables entre el comportamiento y las condiciones que lo ocasionan o controlan.
Por ejemplo, Skinner no cree que los impulsos como el hambre o la sed necesariamente expliquen la conducta. Afirma que la sed de limita a describir una relación entre la condición estimulante y la acción de beber a la que conduce.

Skinner puntualiza que si bien, la situación específica determina la respuesta, no toda la gente reacciona del mismo modo frente a una situación dada.


LOS PRINCIPIOS GENERALES DE LA DISCIPLINA

Si bien cada niño alumno (según sea donde se ubique al individuo) es diferente, la mayoría necesita reglas y expectativas claras y consistentes acerca de su conducta. A continuación se enumeran algunos principios generales acerca de la disciplina:

La disciplina debe comenzar tan pronto como el niño empieza a moverse, es decir, intenta levantarse o gatea.

·         Los niños pequeños dependen de que sus padres les proporcionen un ambiente seguro.
·         La disciplina debe estar enfocada en la edad y debe promover las conductas apropiadas para la edad.
·         Trate de reconocer y elogiar a su hijo o al alumno cuando hace las cosas bien.
·         Sea un buen modelo de conducta para su hijo alumno.
·         Después de la disciplina, abrace a su hijo. Asegúrese de que entienda que lo que a usted le molesta es la conducta, no el niño.
·         Recuerde siempre que el castigo físico no es necesario ni apropiado.
·         Las recompensas por una buena conducta deben ser inmediatas.

ÁMBITOS DE LA DISCIPLINA ESCOLAR
Hay varias formas de disciplina pero por lo general la disciplina es un comportamiento humano, el cual es un comportamiento como una cierta libertad que se rige a ciertas leyes
o reglas en cierta forma."
En una institución educativa la disciplina puede ser expresada como un comportamiento en el cual el alumno se rige a las leyes del respeto hacia el profesor y con y para los compañeros del aula."}

Si tomamos en cuenta lo antes expresado en los textos tenemos, como resumen que la disciplina en el curso es la forma por la cual el estudiante en cierta forma "entrega" respeto al profesor y los compañeros, aunque más se da el caso hacia el profesor ya que la disciplina la hace el curso entero y por lo tanto tenemos que la indisciplina es la falta de disciplina por la cual se lleva a la violación de la regla de oro que es dar respeto y atención al educador en la institución.



martes, 6 de diciembre de 2016

3.4.3 Interiorización de valores, normas y pautas de comportamiento colectivo

En el presente blog desarrollaremos la importancia de los valores situados en la tercera infancia del niño, se explicara como es que los pequeños van desarrollando sus valores, ver la importancia de los padres en el desarrollo de sus hijos. sustentadolo con autores como Piaget y Kohlberg siendo los más representativos en el tema. Es importante señalar que abordaremos los niveles y estadios correspondientes a la tercera infancia.




Interiorización de valores, normas y pautas consiste en un proceso mediante el cual las acciones reguladas inicialmente desde el exterior, donde los padres en esta edad son los responsables de indicarle al niño lo que esta bien o lo que esta mal según las reglas familiares.

Resultado de imagen para niño hablando con sus padres animado para lograr esto se necesita tener una buena relación familiar entre padres e hijos, el niño va observando las conductas de sus padres y el lo va repitiendo Y cuando se da ese aprendizaje con la familia, el infante lo va desarrollando en la comunidad.


Teoría de La Moral

Jean Piaget 
Lawrence Kohlberg

Existen dos autores que son los mas representativos en dicha teoría. Piaget quien fue el primero en crear la teoría de la moral, tiempo después Kohlberg complemento las ideas de Piaget. La diferencia entre ellos en su teoría es que piaget dice que el ser humano debe de pasar por cada uno de los estadios que el establece, a diferencia de el, Kohlberg.








Piaget  propone que hay tres factores que influyen sobre el desarrollo moral: el desarrollo de la inteligencia, las relaciones entre iguales y la progresiva independencia de la coacción de las normas de los adultos. El primer factor, el desarrollo de la inteligencia, es el más importante, ya que es el que permite a los otros dos actuar. 
Elaboró en este sentido una teoría del desarrollo y el funcionamiento de la inteligencia, donde defiende la existencia de fases o estadios en el desarrollo de la misma. Estos estadios dependerían, por una parte, de la maduración biológica del individuo y, por otra, de la influencia del medio social que proveería de las experiencias adecuadas para aprovechar esta maduración.
La teoría de Piaget sobre el desarrollo moral propone también la existencia de estadios en el mismo. Estos corresponderían a los del desarrollo intelectual a partir de los dos años de edad, ya que antes, según este autor, no podemos hablar de moral propiamente dicha.
Primer estadio: moral de presión adulta.
De los dos a los seis años los niños son capaces de representar las cosas y las acciones por medio del lenguaje, esto les permite recordar sus acciones y relatar sus intenciones para el futuro. Sin embargo, no pueden aún realizar razonamientos abstractos, por lo que no pueden comprender el significado de las normas generales. Esto hace que las vean como cosas concretas imposibles de variar que se han de cumplir en su sentido literal. Estas normas son, además, exteriores a los niños, impuestas por los adultos, por lo tanto la moral se caracteriza en esta fase de desarrollo por la heteronomía.

Segundo estadio: moral de solidaridad entre iguales

De los siete a los once años, los niños adquieren la capacidad de realizar operaciones mentales con los objetos que tienen delante. Las normas dejan de ser vistas como cosas reales que tienen su origen en una autoridad absoluta y exterior -los adultos- y comienzan a basarse en el respeto mutuo entre los compañeros de juego, los iguales. De aquí surge la noción de la convencionalidad de las normas o reglas de los juegos, que son vistas como productos de acuerdos entre los jugadores. Surgen sentimientos morales como la honestidad -necesaria para que los juegos funcionen- y la justicia. El respeto a las normas se deriva del respeto al grupo y la necesidad de un cierto orden en el mismo para el mantenimiento del juego, sin embargo, la aplicación de estas normas y de los conceptos y sentimientos morales es poco flexible. Las normas no son ya cosas, pero siguen estando ligadas a las cosas y situaciones concretas, probablemente porque la capacidad intelectual de los niños no ha llegado aún al desarrollo del pensamiento abstracto y de la generalización.






domingo, 4 de diciembre de 2016

3.4.2 Afecto y mundo compartidos con los pares.

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(SITUACIÓN LÚDICA COMPARTIDA CON LOS PARES EN NIÑOS DE EDAD ESCOLAR DE 6 A 12 AÑOS)


LÚDICA:
es todo aquello relativo al juego, entretenimiento o diversión. 
AFECTO: es amor y cariño hacia alguien o algo.

PARES: es un agente de socialización formado por un grupo social de miembros de edad homogénea


GRUPO DE PARES: se da en ámbitos extra-familiares donde los niños pueden vincular con compañeros estas relaciones son esenciales en el desarrollo de sus competencias sociales.
Relaciones con compañeros o pares se refiere a aquellas en las que los participantes tienen un nivel de desarrollo o status equivalente. Aquí el niño no ocupa una posición solitaria si no que ayuda a conocer nuevas amistades en lo escolar establece con sus pares relaciones de rivalidad y/o cooperación, pero siempre teñidas de los afectos de las relaciones fraternas que el niño transfiere a sus compañeros. (T,Parsons-1955) Desde una perspectiva más sociológica, añade que los grupos de pares o de compañeros es un lugar donde el niño puede alcanzar status adquiridos.



No limita a dar al niño información sobre sí mismo, el grupo de compañeros también juega un papel donde proporciona el conjunto de valores dentro de los cuales se va a interpretar la información de los pares compartidos.

Al principio la actividad en grupo necesita la intervención adulta para organizar actividades de conflictos. El
proceso de socialización consiste en la apropiación por parte del individuo de toda la experiencia social, lo cual le proporciona la posibilidad de integrarse a la vida en sociedadYa que el niño va adquiriendo nuevos conocimientos al poder socializar con sus amigos.

Las relaciones con los compañeros favorecen la socialización en la etapa escolar, sobre todo en la escuela por medio de un juego reglado en el que se tiene en cuenta al otro y se respetan las reglas del juego. Para ello es muy importante la identificación con el propio sexo y sus características físicas. Si uno se siente a gusto con su sexualidad, entonces es más fácil la adaptación. A los seis o siete años el ser humano ya se identificó con su propio sexo y el niño, sobre todo en la edad escolar, interactúa más con los miembros de su propio género.










PROBLEMAS DE RELACIONES ENTRE PARES

Los niños agresivos también pueden ser más populares cuando pertenecen a un grupo y hacia este tipo de conductas pueden disimular dificultades para hacerse de nuevas amistades entre amigos que presentan rasgos similares de comportamiento.


Sin embargo, la ausencia de una conducta proactiva socialmente, más que la agresividad, puede producir el rechazo de los pares. Los niños tímidos y retraídos también experimentan problemas de relaciones entre sus pares y las relaciones problemáticas con los pares están asociadas a los fracasos escolares y al bajo rendimiento académico. Otra causa podría ser el conflicto y rechazo de compañeros puede inhibir la motivación de los niños a participar en las actividades dentro del aula. Aquéllos que son amigables y aceptados por sus compañeros, generalmente están más interesados en participar y tener un buen rendimiento en lo académico.

Las intervenciones hacia a los padres se enfocan en capacitarlos para que puedan mediar en los conflictos entre sus hijos y el tipo de programas no sólo busca mejorar los resultados de los conflictos, sino ayuda a los niños a entenderse y a desarrollar formas constructivas para resolver conflictos donde puedan socializar con los demás.

Los grupos de pares carecen de una estructura fija y siguen siendo inestables, dado que sus miembros varían de forma bastante apreciable incluso dentro del mismo año escolar.  Hacia los ochos o nueve años, esta división se vuelve más marcada, y en esta fase no se verá nunca a un niño jugando con niñas o viceversa, y dentro del grupo de pares se aplican severos castigos que garantizan que cada sexo se adecuará a la conducta que de él se espera para poder tener más interacción social.
 Ya que en los grupos de niños son más numerosos y estructurados que los de niñas y éstas tienden a formar parejas o tríos, pero más íntimamente unidas. Hacia los once-doce años, cuando los alumnos entren a la enseñanza secundaria, los grupos de pares han 9 crecido de tamaño, sobre todo en el caso de los varones, se han vuelto más permanentes, y están más formados por individuos del mismo sexo. Se ha sugerido la existencia de un papel crucial de la interacción entre compañeros en el proceso de desarrollo cognitivo. Para Piaget, el conflicto que produce la interacción con compañeros igualmente egocéntricos da un impulso al proceso de descentramiento, un proceso que en sí mismo, según Piaget, determina la estructura del desarrollo cognitivo en todas las esferas.
Las teorías que abordan la importancia de la interacción social para el aprendizaje no son recientes. Ya Vygotsky (1896-1934) había destacado la importancia de la interacción social y el papel del Otro en el desarrollo y el aprendizaje. El contexto social influye en el aprendizaje más que las actitudes y las creencias; tiene una profunda influencia en cómo se piensa y en lo que se piensa. El contexto forma parte del proceso de desarrollo y, en tanto tal, moldea los procesos cognitivos Ya que la influencia del contexto determinará el desarrollo del niño.

La socialización permite a los niños y niñas elegir con criterio a sus amigos, crear amistades sanas, vencer la timidez, compartir con los demás, trabajar en equipo y otros beneficios.

Nacimos para ser sociables, desde que estamos en el vientre de nuestra madre, hasta el último día de nuestra vida hemos de desarrollar experiencias socialmente relevantes, de aquí la importancia de enseñar a nuestros pequeños, pautas de conductas para mantener buenas relaciones con los demás, que son la base de una buena inteligencia emocional.



Los vínculos afectivos.

Se entienden como una relación de cariño y amor reciproco entre diferentes personas. Los vínculos afectivos son fundamentales para un desarrollo afectivo sano y de cuidado, y contribuyen al desarrollo social y cognitivo de los niños y niñas.
Estos vínculos son una expresión de la unión entre padres con hija(o)s. Los vínculos en la infancia influyen en la capacidad de tener relaciones sanas en la vida adulta, ya que fortalecen la autoestima, la seguridad y la confianza de las personas.
El primer vinculo afectivo y el mas especial es el que establecen los niños y niñas con los padres y/o adultos mas cercanos. Estos vínculos van a marcar su conducta, actitudes, pensamientos, etc., durante toda su vida. Los vínculos afectivos y las figuras de apego son necesarios para los pequeños.
Para que los pequeños crezcan sanos y se desarrollen, es fundamental que se sientan queridos y comprendidos, necesitan sentir que son aceptados por otras personas y que tienen el amor de estas figuras pase lo que pase.


Beneficios de los vínculos afectivos.


  •  Fomentan y mejoran la comunicación familiar.
  • ·  Favorece la influencia de los padres en los hijos.
  • ·         Aportan confianza, seguridad y fortaleza a los niños y niñas.
  • ·      Contribuyen a una autoestima sana.
  • ·         Se forman unas bases seguras para futuros vínculos.
  • ·  Ayudan al desarrollo social, afectivo y cognitivo del niño, y de esta forma contribuyen a un sano desarrollo integral de las personas.


Daños por la ausencia de los vínculos afectivos.

  •      La comunicación familiar se vuelve conflictiva e incluso inexistente.
  • · Las relaciones se caracterizan por la desconfianza y el medio.
  • ·         Se forma una autoestima insegura.
  • ·         Se favorecen ideas y pensamientos negativos en cuanto a las relaciones interpersonales.
  • ·         Se perjudica el desarrollo afectivo y social del niño.
  • ·       Contribuye al establecimiento de relaciones conflictivas en un futuro, son patrones que se tienden a repetir.





Para Bechara (2000), la cognición social y la empatía hacen uso de las emociones, que guían la forma en que se debe actuar.